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UITA
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Nestlé debe abandonar toda reclamación de compensación contra Etiopía

Incluido en el sitio web de la UITA el 13-Jan-2003

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Mentes creativas de la dirección central de Nestlé están trabajando horas extra para minimizar el desastre de relaciones públicas originado por los USD 6 millones de compensación que la compañía reclama contra el gobierno de una Etiopía golpeada por la hambruna. Nestlé – con el Banco Mundial actuando como su ejecutor – exige USD 6 millones en compensación por los bienes de una compañía nacionalizada durante el anterior régimen militar en 1975. Nestlé adquirió la reclamación cuando compró la empresa matriz, el Grupo alemán Schweisfurth, en 1986. Etiopía, el país más pobre del mundo, ha experimentado una severa y prolongada sequía y se calcula que entre 11 y 15 millones de personas corren riesgo de morir de hambre en los próximos meses. El dinero supuestamente adeudado a Nestlé equivale, aproximadamente, a una hora del rendimiento global anual de la compañía.

Chasqueada por la publicidad negativa, Nestlé ha estado bregando para desviar las críticas, enfatizando su compromiso con el "principio". El 19 de diciembre, un vocero de la compañía declaró que era “de interés para el gobierno etíope” cumplir con el pago reclamado: Nestlé era "flexible respecto a la oportunidad y la suma, pero no era flexible respecto al principio". En un comunicado de prensa inicial, la compañía declaró su compromiso "de invertir los beneficios resultantes de la negociación de la compensación, en una inversión viable a largo plazo en Etiopía que contribuirá al desarrollo económico del país".

Cuando este enfoque fracasó, la compañía ("ahora que hemos tenido tiempo de considerar el problema más de lleno") emitió un nuevo comunicado de prensa. Ansiosos de rectificar "apresuradas comunicaciones y malentendidos respecto a Nestlé", Peter Brabeck, PDE, declaró que "no estamos interesados en extraer dinero de Etiopía cuando se encuentra en un estado tan desesperado de necesidad humana". Nestlé propone ahora emplear el dinero de la cancelación para aliviar el hambre en Etiopía – una vez que lo tengan en la mano.

Consideramos esto un adelanto, pero no es suficiente aún. Ante este contexto de hambruna masiva, el único camino para Nestlé es renunciar, inmediata e incondicionalmente a su afrentosa reclamación contra el gobierno de Etiopía.

El problema es mayor que las acciones de una empresa. El "principio" que Nestlé pretende defender – que los países pobres deben inclinarse ante los dictados de un sistema de inversión "normativo" que es desfavorable para los productores pobres de bienes de consumo, como Etiopía – no es compartido por la amplia mayoría de miembros de la UITA. Las reclamaciones de compensación contra una nación hambreada cuya producción económica es menor que las sumas demandadas por los inversores transnacionales, ilustra perfectamente la naturaleza inaceptable de la economía empresarial mundial y las normas que actualmente la gobiernan.

Si Nestlé verdaderamente no tiene intención de extraer dinero de Etiopía, debe dar un ejemplo para todo el grupo de inversores en cuyo interés está actuando el Banco Mundial. Debe demostrar su seriedad...… no tomando el dinero.