IUF logo; clicking here returns you to the home page.
UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo



¿Confusión en la OIT? El Gobierno de China Fue Electo para el Consejo de Administración como... Delegado de los Trabajadores

Incluido en el sitio web de la UITA el 24-Jun-2002

Comparte este artículo con otras personas interesadas

Durante décadas, ha existido un consenso general en el movimiento laboral democrático acerca de que la Federación Pan-China de Sindicatos (ACFTU) es una parte componente de la estructura de poder del Partido/estado en China, es decir, que las "organizaciones sindicales" chinas representan al estado (respaldado por el ejército y la policía) y no a los/as trabajadores/as. Por más de una década, la ACFTU ha estado articulando una sostenida presión en pro de la legitimidad internacional, en gran parte para que le permitiera apoyar en forma más efectiva los objetivos de la política económica y exterior del estado chino. Y durante ese mismo período – a medida que la inversión extranjera ha ingresado dentro de un régimen represivo y de bajos salarios, donde los derechos de los inversores extranjeros son puestos en vigor con amplios poderes policiales – algunas centrales sindicales nacionales han modificado gradualmente sus puntos de vista con relación a la ACFTU. Algunas incluso han entablado actividades bilaterales con la ACFTU, una política conocida como un "compromiso constructivo".

Esta política no ha producido indicios de provecho para los/as trabajadores/as chinos, quienes continúan siendo sistemáticamente encarcelados por intentar ejercer su derecho de la libertad de asociación. Pero ha provocado confusión y una progresiva legitimación de la ACFTU. Las consecuencias de este proceso fueron evidentes en el voto registrado la semana pasado por un dividido Grupo de los Trabajadores en la Conferencia Internacional del Trabajo, donde una pequeña mayoría decidió otorgar a la ACFTU un lugar como delegado alterno de los trabajadores en el Consejo de Administración de la OIT. Inevitablemente, dicho voto será visto como una atenuación del compromiso del movimiento laboral internacional destinado a defender el derecho de los/as trabajadores/as chinos de contar con sindicatos independientes.

No es de sorprender que las críticas por parte de los gobiernos respecto a los abismales antecedentes sobre los derechos en China han disminuido en proporción inversa a la afluencia de inversiones extranjeras que se benefician con la represión. Pero en esta ocasión, fueron los delegados de los trabajadores, no los gobiernos, quienes eligieron a la ACFTU – la cual integra una estructura estatal que rechaza los Convenios de la OIT sobre libertad de asociación -- para ocupar un lugar en el consejo de administración de una organización cuyo mandato, en parte, consiste en salvaguardar el principio de sindicatos independientes para los/as trabajadores/as.

El creciente reconocimiento internacional de la ACFTU, ya sea formal o de facto, se produce en un momento sin precedentes de protestas y movilización de los/as trabajadores/as en China, en la medida que ellos/as procuran defenderse contra las consecuencias de la reestructuración en gran escala, el desempleo, y los efectos de dar carta blanca a los inversores transnacionales. En el segundo trimestre de este año, decenas de miles de trabajadores/as de las industrias petrolera y metalúrgica se embarcaron en combates sostenidos en pro de sus derechos como trabajadores e intentaron establecer organizaciones independientes para negociar con el estado y sus gerencias. Los dirigentes de los trabajadores han sido apresados – con la aquiescencia de la ACFTU – pero sus protestas y manifestaciones continúan.
Contra este telón de fondo, el reconocimiento realzado de la ACFTU – una organización que se rehusa a defender a las víctimas de la clase trabajadora frente a la represión estatal – trasmite un mensaje inequívoco a los/as trabajadores/as chinos de que sus reclamos a favor de organizaciones sindicales independientes deben permanecer subordinados a otra agenda.

Cada capitulación requiere una fuerte dosis de amnesia a fin de facilitar la aceptación. Los defensores internacionales del reconocimiento de la ACFTU pueden olvidarse de su obligación estatutaria de "sostener la dictadura democrática popular, sostener el liderazgo del Partido Comunista Chino, sostener el Pensamiento de Marx, Lenin, Mao y Deng Xiaoping, sostener la reforma y la apertura ....". Los/as trabajadores/as chinos no lo pueden olvidar. Los defensores del " compromiso constructivo" pueden no recordar los estrechos vínculos entre el ejército, los servicios policiales y de seguridad y la ACFTU. Los/as trabajadores/as chinos no pueden olvidarlos. Los "diplomáticos" sindicales que visitan China pueden desconocer las peligrosas condiciones laborales de China, como resultado de la ausencia de sindicatos auténticos en las empresas, que demandan decenas de miles de vidas de trabajadores/as por año. Los/as trabajadores/as no pueden olvidarse. Los proponentes del "diálogo crítico" pueden ignorar la posición vulnerable de la Confederación de Sindicatos de Hong Kong (HKCTU), la única organización independiente de trabajadores de China. Los/as trabajadores/as de Hong Kong no lo pueden ignorar y difícilmente se pueden regocijar con el voto emitido la semana pasada por sus compañeras y compañeros en la OIT.

Los/as trabajadores/as de China proseguirán luchando por sus derechos porque, en su calidad de clase trabajadora, no tienen otra alternativa. Las protestas durante el segundo trimestre de este año son el comienzo de un movimiento laboral aún mayor y con una base más amplia, un movimiento que inevitablemente desafiará a la ACFTU, como también al Partido/ estado y a su aparato represivo. Los/as trabajadores/as recuerdan y cuestionarán a los proponentes de la amnesia de parte de quiénes estaban y están.

La ACFTU ha aprendido rápidamente cómo presentar una imagen internacional aceptable y explotar hábilmente la confusión internacional. El lugar que eventualmente obtuvieron – previamente ocupado por la federación de sindicatos de Israel, Histadrut - fue cuidadosamente elegido como objetivo, a fin de capitalizar la oposición generalizada contra las políticas de Israel en los territorios ocupados de Palestina. Aquellas centrales nacionales que consideraron que un voto contra el gobierno de Sharon podía ser formulado votando la sustitución de un sindicato – la Histadrut – por un organismo de represión – la ACFTU – cayeron en la maniobra y se convirtieron en cómplices del oportunismo. Son las culpables de la confusión, en el mejor de los casos, y de una grave falta de principios, en la peor situación. De la misma forma que a los/as trabajadores/as chinos se les dice que sus aspiraciones deben ser relegadas frente a una agenda diplomática contra los trabajadores, a los sindicatos de Israel – uno de los pocos movimientos laborales independientes de la región – se les señala que deben pagar por las acciones de un gobierno derechista. La amnesia y la confusión han reemplazado a los principios y, en todas partes, los que habrán de pagar el precio son los/as trabajadores/as.

Una característica determinante del oportunismo es la incapacidad de esperar. Al igual que algunos en China reemplazarían los sindicatos auténticos por los dudosos "códigos de conducta" y esquemas similares, los representantes sindicales -- quienes no deberían ser tan tontos -- han decidido conceder legitimidad a un instrumento controlado por el estado para disciplinar a la fuerza laboral de China, en un momento en el cual los/as trabajadores/as chinos están desafiando al aparato de poder en dicho país.

Quienes votaron a la ACFTU como "delegados de los trabajadores" en el Consejo de Administración de la OIT, sin duda tienen otra explicación. Evidentemente deben confiar que los/as trabajadores/as chinos manifestarán una amnesia colectiva cuando finalmente se deshagan de la ACFTU y del aparato estatal que les impide organizar los sindicatos independientes a que aspiran. Cuando ello suceda, y seguramente ha de ocurrir, se les pedirá a los/as trabajadores/as chinos que borren todo recuerdo de este hecho y de su comprensión de qué es lo que define una traición como ... una traición.