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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo



1º de Mayo de 2006 – No más precarización, trabajo decente para todos

Incluido en el sitio web de la UITA el 28-Apr-2006

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Los millones de trabajadores/as y jóvenes franceses que salieron a las calles cada vez en mayor cantidad durante los últimos meses captaron la simpatía y la imaginación de la gente trabajadora del mundo entero por buenas razones. Su tenaz movilización contra la legislación que hubiera permitido a los empleadores despedir a trabajadores/as recientemente contratados, sin una justificación formal, fue correctamente percibida como una posición contra la inseguridad desenfrenada que ha invadido los lugares de trabajo en las últimas dos décadas.

Los/as trabajadores/as en todas partes –en las fábricas, las oficinas, los campos y los servicios, desde la más pequeña empresa hasta las CTNs mundiales– no solamente han convivido con niveles de desempleo grotescamente altos durante dos décadas caracterizadas por el “crecimiento de la falta de puestos de trabajo". Los empleos que se mantienen son cada vez más inestables, inseguros y precarios. Las inversiones productivas se están contrayendo como un porcentaje del capital social, en la medida que las utilidades en alza alimentan el "valor de los accionistas " y los puestos de trabajo se volatilizan en humo financiero. Los voraces fondos de acciones privadas y de cobertura se posesionan ávidamente de las compañías sólo para desmantelar sus plantillas y reciclarlas en una calesita financiera que ciertamente las destruye como lugares de empleo. La agricultura ya no alimenta más a la gente, sino que nutre a los futuros mercados, así como a los fondos de acciones privadas y de cobertura.

La creación de empleos sigue siendo esquiva, pero no escasean los nuevos esquemas para la tercerización, la precarización y otras formas que echan por tierra el trabajo permanente. Las CTNs han tomado la delantera para modificar las definiciones acerca de cuáles son las tareas “fundamentales” y cuáles no, dando lugar a vastos sistemas de tercerización donde un creciente ejército de trabajadores/as producen, envasan, transportan y comercializan los productos de las grandes compañías, pero ya no son empleados por ellas. La tercerización ha pasado a ser tan generalizada en Nestlé, por ejemplo, que en Indonesia lo que antes se llamaba el departamento de tercerización ha debido cambiar su nombre a fin de reflejar la proliferación de los nuevos arreglos. El denominador común de todos estos esquemas es la precariedad. La inseguridad de aquellas fábricas que explotan a los obreros ha cautivado a la tendencia principal.

Hoy en día, no conoce límites el apetito empresarial por el empleo no permanente. En Corea, de un total de mano de obra de 15 millones, unos 8,5 millones de trabajadores/as están empleados bajo contratos "temporales". El gobierno y los empleadores continúan presionando en favor de nueva legislación para ampliar aún más el uso del trabajo eventual. La tercerización ha pasado a ser tan generalizada en Nestlé, por ejemplo, que en Indonesia lo que antes se llamaba el departamento de tercerización ha debido cambiar su nombre a fin de reflejar la proliferación de los nuevos arreglos. El trabajo precario no solamente está aumentando en las manufacturas y los servicios. Los puestos permanentes constituyen una especie en rápida extinción en la agricultura, el mayor empleador mundial.

Los/as trabajadores/as a lo largo del mundo continúan combatiendo la precarización del trabajo mediante una variedad de medios, pero están peleando una retaguardia, un estilo de guerrilla, siempre y cuando la acción esté limitada al nivel empresarial. Las huelgas y las manifestaciones en Francia –y la movilización en curso en Corea— han logrado obstruir nuevas leyes que procuran tornar aún más eventuales a las relaciones del empleo. Ellas demostraron que es posible la resistencia a nivel nacional. Ahora se debe brindar coherencia política y laboral a estas importantes victorias, de manera de hacer retroceder la expansión global del empleo precario.

El trabajo continúa siendo la fuente esencial del capital social, pero hemos ingresado en una fase en que la destrucción del empleo en lugar de su creación es la ruta más rápida hacia las ganancias. El 1º de Mayo del 2006 debe constituir la ocasión en que las organizaciones sindicales de todas partes anuncien su lucha en pro del trabajo decente y permanente para todos, como la prioridad número uno de los movimientos laborales.