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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo



PepsiCo: Represión Sindical, Derechos Cercenados… y ¿Adquiriendo a Danone?

Incluido en el sitio web de la UITA el 21-Jul-2005

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Los rumores en torno al interés de PepsiCo en adquirir la CTN de la alimentación con sede en Francia, Danone, subrayan la urgente necesidad de un examen público del récord de Pepsi en materia de políticas sociales y relaciones laborales. El historial de PepsiCo exhibe una política sistemática de desprecio agresivo contra los derechos y la dignidad de sus trabajadores/as, indicando el enorme alcance del perjuicio social que resultaría si esta venta se materializa. Danone está limitada y opera bajo los mismos imperativos mercantiles que rigen en general a las grandes compañías, las fuerzas que para los sindicatos implican que sean inevitables el conflicto y la lucha.Pero ha decidido hacerlo mediante relaciones responsables con su personal y los sindicatos que los/as trabajadores/as de Danone han constituido para expresar sus intereses colectivos. No puede afirmarse lo mismo respecto a PepsiCo.

Si bien muchas ONGs y grupos de militantes han efectuado campañas de alto perfil acerca del récord de Coca-Cola, su principal contrincante, PepsiCo, ha estado haciendo sus negocios calladamente. Durante mucho tiempo, una parte de dichos negocios ha sido los constantes intentos de Pepsi de reprimir a las organizaciones sindicales y pisotear los derechos en todo el mundo.

La presencia relativamente alta de los sindicatos en Coca-Cola explica la abundancia de las noticias de corte sindical acerca de las actividades de Coca-Cola. Precisamente, es debido a que PepsiCo ha evadido o resistido a los sindicatos de forma más efectiva que su principal rival, se escucha sustancialmente menos con respecto a los excesos contra los/as trabajadores/as de Pepsi, muchos de los cuales permanecen sin organizarse y sin voz. Por lo tanto, el récord de PepsiCo relativo a los derechos no ha sido mayormente impugnado, dejando en libertad a la compañía. Los rodeos predatorios de Pepsi en torno a Danone exigen que pongamos en claro el historial.

A pesar de las dificultades para obtener noticias de los/as trabajadores/as en una compañía que ha evitado tan bien a los sindicatos, la UITA cuenta con una considerable experiencia de injusticias dentro de PepsiCo. En algunos de estos casos, trabajando conjuntamente con un vigoroso esfuerzo local por parte de los/as trabajadores/as y sus sindicatos, hemos sido capaces de revertir dichas violaciones de derechos y forzar cambios en la compañía. Sin embargo, creemos que estas luchas representan solamente el extremo de un témpano de agresiones contra los derechos, que está sumergido en gran parte. El iceberg está oculto por la relativa debilidad de las voces sindicales dentro de esta transnacional global y por el enfoque unilateral de las ONGs sobre Coca-Cola. Una encuesta parcial del extremo del iceberg comprendería lo siguiente:

En Europa, en 1996 la compañía intimidó exitosamente a un grupo de trabajadores/as elegidos en su mayoría a dedo, con la finalidad de que firmaran un acuerdo del Comité de Empresa Europeo acatando a la gerencia. Un dirigente obrero – uno de los dos representantes sindicales que participaron en las "negociaciones" – tuvo que escapar del lugar de reunión a las 6 de la mañana para informar a sus miembros desde un teléfono público distante, debido a que la compañía había controlado estrictamente el acceso a las comunicaciones con el mundo externo en el aislado punto de reunión en Irlanda. Cada uno de los "representantes" en el comité de empresa fue alojado en recámaras compartidas con representantes de recursos humanos de la compañía.

En el RU, en 1997 en la planta de bocadillos en Peterlee, PepsiCo "desconoció” al sindicato, obligando a los/as trabajadores/as a realizar sus tareas en una planta no sindicalizada.

En Vancouver, Estado de Washington, EE.UU., PepsiCo introdujo grupos falsos con la "participación de trabajadores/as" en su planta de Frito-Lay en los años noventa, con el propósito de debilitar la sindicalización. En 1997, la compañía trató de echar al sindicato fuera de la planta. Cuando esto fracasó, PepsiCo lanzó una campaña en el 2004 para suprimir la dependencia sindical.

En Guatemala, desde el año 2002 hasta 2004, un grupo de trabajadores/as despedidos debido a su afiliación sindical en la planta embotelladora La Mariposa de Pepsi acamparon como forma de protesta frente al palacio presidencial en Ciudad de Guatemala. PepsiCo se rehusó sistemáticamente a aceptar la responsabilidad y a tomar acciones contra su embotelladora, dejando el flagrante abuso de los derechos en manos del concesionario local, quien había cometido los excesos en una primera instancia.

En Kanpur, India, en el año 2000 la subsidiaria de total propiedad de PepsiCo, M/s PepsiCo India Holdings, Ltd., inició una serie de acciones censurables para negar a los/as trabajadores/as el derecho a la representación en un sindicato. Los dirigentes sindicales fueron suspendidos por llevar a cabo sus funciones sindicales, a la vez que se realizó un paro patronal a los/as trabajadores/as y solamente se les permitió regresar al trabajo después que firmaron declaraciones individuales renunciando a su afiliación sindical.

En Visakhapatnam, India, en el 2002 la concesionaria de Pepsi, Pearl Bottling, despidió o transfirió ilegalmente toda la dirigencia sindical con el fin de evitar la organización sindical y la negociación colectiva en la planta. Cuatro dirigentes sindicales fueron despedidos y otros cuatro fueron trasladados ilegalmente a lugares distantes como represalia por registrar un sindicato con el Congreso Sindical Nacional de India. Cuando el sindicato notificó un aviso de huelga como un último recurso en el 2003, la gerencia amenazó cerrar la planta antes que permitir que el sindicato funcionara.

En Bajpur, Uttaranchai, India, en junio del 2005, en la planta embotelladora que es propiedad directa de PepsiCo, la gerencia trasladó a establecimientos distantes a 7 portavoces y militantes (todos ellos obreros de la producción) a los pocos días de la solicitud de registro oficial del sindicato. Cuando el sindicato respondió decretando una huelga, PepsiCo suspendió a los/as trabajadores/as transferidos y lo complementó suspendiendo a otros 7 trabajadores/as a raíz de sus actividades durante la huelga.

Cerca de Varsovia, Polonia, en la planta Frito-Lay de PepsiCo, a fines del 2004, ocho trabajadoras – que fueron despedidas u obligadas a renunciar debido al acoso sexual por parte de un supervisor – siguen siendo víctimas. El supervisor que supuestamente cometió el continuado acoso sexual está preso, pero la compañía le está proporcionando apoyo jurídico. No obstante, las víctimas siguen sin empleos o ingresos financieros por parte de PepsiCo. La compañía se rehúsa a negociar o incluso discutir el caso con el sindicato que representa a los/as trabajadores/as en la planta. En esta causa de abuso sexual, PepsiCo está abiertamente burlando el derecho polaco y de la UE e incluso su propio "código de conducta" unilateral.

Estos son algunos de los casos que conocemos. Sin duda surgirán más violaciones de derechos a medida que los/as trabajadores/as de PepsiCo contraataquen.

La venta a PepsiCo de Danone, una compañía que respeta los derechos sindicales y reconoce y negocia con las organizaciones sindicales a todo nivel, no solamente constituiría un gran paso atrás para los/as trabajadores/as de Danone sino que sentirían inmediatamente las consecuencias en pérdidas de puestos de trabajo y la guerra de la dirección contra sus sindicatos y convenios. Se generaría una presión adicional a los efectos de globalizar las políticas antisindicales agresivas y el desprecio por los derechos democráticos de la compañía, en una primera fase en los sectores en expansión donde ha de competir y luego más ampliamente. Estamos luchando para revertir el deslizamiento hacia la barbarie global y nuestra primera línea de defensa es ganar la batalla del reconocimiento sindical como un componente esencial en la defensa de los derechos y la dignidad para todos. No hay cabida para PepsiCo en Danone si es que hemos de triunfar en esta batalla.