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Syngenta pretende poderío genético mundial

Incluido en el sitio web de la UITA el 28-Feb-2005

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ACTUALIZACIÓN: Confrontada con una oposición organizada contra una solicitud de patente internacional destinada a obtener derechos de propiedad sobre el proceso genético que rige la producción de las flores en las plantas, Syngenta ha acordado dejar caer su solicitud de patente. Pulse aquí por más información .

Cecil Rhodes, el notorio imperialista británico a quien la antigua Rhodesia debe su nombre, afirmó en una ocasión que si pudiera anexaría los planetas. Sus ambiciones eran modestas comparadas con las corporaciones de "ciencias biológicas" de la actualidad, cuyos apetitos son ilimitados. Rhodes tuvo que contentarse con África del Sur. Respaldada por un concepto abusivo de los "derechos de propiedad intelectual" y el Acuerdo sobre ADPIC de la OMC, Monsanto procura patentar una especie íntegra, la soja. Syngenta es aún más ambiciosa: la compañía va tras el reino vegetal y ha presentado una solicitud para una patente sobre el proceso mediante el cual las plantas producen flores.

En junio del 2001, Syngenta, la empresa con sede en Suiza, que es la mayor compañía agroquímica del mundo y la número tres en materia de semillas, presentó una solicitud de patente (PCT/EPO2/06968, Número de Publicación WO03/00094) ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual para obtener derechos exclusivos sobre la secuencia genética que rige "el desarrollo y la secuencia cronológica de la formación de las flores en las plantas y que puede ser utilizada para modular el crecimiento y la arquitectura de la flor y el tiempo de floración". La solicitud de la patente fue una secuela de la investigación sobre el genoma del arroz, uno de cuyos resultados ha sido el reputado "Golden Rice" (“Arroz Dorado”), el arroz transgénico enriquecido con vitamina A, que se pretende sea la solución para la carencia de vitamina A provocado por la pobreza. El alcance de esta patente es virtualmente ilimitado, en la medida que reclama su derecho a los procesos genéticos que regulan la formación de las flores, no solamente en el arroz sino en todas las plantas florales en general. Debido a que el proceso de formación de las flores en el arroz es considerablemente similar en una serie de otras plantas, la solicitud de patente se extiende a una línea de cultivos alimentarios básicos y de cereales, tales como el trigo, el maíz y las bananas, incluyendo los 23 principales cultivos alimentarios inscriptos en el anexo al Tratado sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. La solicitud de Syngenta reivindica explícitamente derechos de patente para las plantas que contienen estas secuencias genéticas que todavía no han sido descubiertas o que no han sido clasificadas de forma taxonómica. Si bien no contiene ninguna invención, se trata de una patente que afecta tanto el futuro como el presente.

Esta patente sobre la vida constituye una enorme amenaza a la seguridad alimentaria mundial. Hasta ahora el arroz transgénico es el mayor galardón en la carrera empresarial destinada a imponer las semillas y los insumos patentados a los agricultores. Aun sin las repercusiones derivadas de los organismos genéticamente modificados, la patente impondría una camisa de fuerza a la investigación agrícola efectuada con financiamiento público, al erigir un muro protegido por patentes en torno a la investigación relativa al proceso mediante el cual las plantas florecen y se reproducen.

La solicitud internacional de patente presentada por la compañía ha avanzado actualmente a la "fase nacional" del proceso de protección de patentes, habiendo indicado Syngenta que procuraría la aprobación de su monopolio genético en 115 países.

A menos que se adopte una acción internacional para inducir a Syngenta a retirar sus solicitudes, la patente deberá ser impugnada en cada uno de estos países.

En consecuencia, la UITA se ha asociado al Grupo ETC (anteriormente RAFI), la organización que en primer lugar dejó al descubierto y dio la alarma respecto a la patente, procurando bloquearla. La UITA se ha dirigido por escrito al Dr. Jacques Diouf, Director General de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), donde la UITA tiene condición de entidad consultiva, exhortándole a pedir que la patente sea bloqueada en cada uno de los países donde está pendiente la solicitud.

Los recursos y la información en materia de fitogenética son del dominio público, donde pueden ser utilizados para el beneficio de todos. Se supone que este derecho humano está garantizado por el Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos, pero el Acuerdo ADPIC y las escapatorias en las leyes nacionales e internacionales de patentes están facilitando el saqueo empresarial de los recursos genéticos que pertenecen y deben estar al servicio de toda la humanidad. Nosotros trabajaremos con ETC y otros grupos igualmente comprometidos en los ámbitos nacionales e internacional, con el propósito de asegurar la efectiva derrota del asalto de Syngenta sobre los recursos alimentarios mundiales.