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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hosteler�a en todo el mundo


Acci�n contra el Trabajo Infantil: La EI y la UITA se unen para reivindicar una educaci�n para todos en las zonas rurales

Incluido en el sitio web de la UITA el 24-Jun-2008

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Para millones de ni�os y ni�as de las zonas rurales, disfrutar de una educaci�n de calidad sigue siendo un sue�o lejano. El Informe de Seguimiento de la Educaci�n para Todos (EPT) en el Mundo 2007 muestra que los ni�os y ni�as con mayores posibilidades de no ir a la escuela o abandonar los estudios son aquellos que viven en las zonas rurales y proceden de hogares m�s pobres. Los datos recogidos de varios pa�ses africanos sobre la educaci�n de la ni�ez de entre 10 y 19 a�os sugieren que los ni�os y ni�as de familias pobres o de zonas rurales tienen una probabilidad diez veces mayor de abandonar los estudios que los ni�os y ni�as de las zonas urbanas o los ni�os y ni�as de familias con mayores posibilidades econ�micas.

Estos datos confirman los resultados ya recogidos en el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) 2006, que indicaba que, si bien se est� avanzando en la mejora del acceso a la ense�anza primaria, todav�a siguen existiendo diferencias en dichos avances y que los m�s pobres, casi siempre ni�os y ni�as de las zonas rurales, se est�n quedando atr�s en este sentido. El informe indicaba as� mismo que "Los altos �ndices de pobreza en las zonas rurales limitan las oportunidades educativas debido a la demanda de trabajo infantil, los bajos niveles de educaci�n de los padres y la falta de acceso a una ense�anza de calidad".

Se podr�a decir que falta de oportunidades educativas es el origen de la generalizaci�n del trabajo infantil en las zonas rurales, donde la agricultura es el sector de mayor importancia. El sector de la agricultura abarca un 70% del trabajo infantil mundial y es una de las industrias m�s peligrosas en materia de accidentes mortales, lesiones y enfermedades laborales, y muchos de estos ni�os y ni�as realizan tareas peligrosas, ponen su salud y su seguridad en peligro y adquieren problemas de salud relacionados con el trabajo que pueden perdurar incluso llegados a la edad adulta. Sacar a los ni�os y ni�as de este peligroso trabajo y llevarlos a la escuela no es una tarea sencilla. En muchas ocasiones, los ni�os y ni�as ya est�n muy atrasados en lo que a educaci�n se refiere y necesitan programas educativos especiales. Adem�s, tambi�n es posible que necesiten un per�odo de rehabilitaci�n antes de poderlos integrar totalmente en el sistema educativo. Todo ello aumenta la carga tanto para los docentes como para las escuelas y, por supuesto, tambi�n se requieren los recursos necesarios para superar todos los obst�culos.

Trabajar en las zonas rurales es m�s dif�cil que ense�ar en las zonas urbanas, principalmente debido a las pobres condiciones de vida y de trabajo, que pueden llegar a desmotivar a los docentes. Por eso, las escuelas de las zonas rurales cuentan con menos docentes cualificados y con experiencia, y el volumen de trabajo de los docentes es mucho m�s alto. 24 pa�ses de los 176 que disponen de datos sobre esta materia tienen m�s de 40 alumnos por docente. De ellos, 20 son pa�ses del �frica Subsahariana (2008). Las relaciones alumno/docente (RAD) que se encuentran por encima de 40:1 suelen reflejar que los pa�ses tienen un n�mero demasiado bajo de docentes, que los docentes est�n demasiado forzados en su trabajo, y que la calidad de la ense�anza y el aprendizaje es insuficiente.

El informe de 2007 advierte que se deber�a prestar m�s atenci�n a los incentivos que realmente atraen a los docentes a las zonas rurales.
Tambi�n se deben tener en cuenta las necesidades de las ni�as. Sus hermanos varones suelen tener prioridad a la hora de ir a la escuela, mientras que las ni�as se quedan ayudando en el campo o realizando tareas dom�sticas. En 2005, un estudio de la UNESCO/UNICEF demostr� que en �frica, alrededor del 50% de los ni�os varones de las zonas urbanas llegan a completar el nivel 7 de sus estudios, mientras que el �ndice de las ni�as s�lo alcanza un 7%. Una vez m�s, el escaso n�mero de docentes mujeres, si bien ellas reflejan un modelo a seguir para que las ni�as no abandonen los estudios, es un grave problema, especialmente en la ense�anza en las zonas rurales.

Para celebrar el DMCTI 2008, la EI y la UITA han elaborado un plan de trabajo que se centrar� principalmente en:


Ya hemos recorrido una peque�a parte del camino. En Kirguist�n, el Agricultural Workers Union est� trabajando en colaboraci�n con el Teachers Union con el objetivo de eliminar el trabajo infantil del sector de la agricultura. Los docentes controlan la asistencia a la escuela durante las cosechas y organizan reuniones con los padres para informarles sobre los efectos negativos del trabajo en la salud y la educaci�n de los ni�os y ni�as.

La EI y la UITA acogieron muy positivamente las conclusiones del debate de la CIT sobre el empleo rural para la reducci�n de la pobreza, en el que se declar� que las pol�ticas p�blicas deber�an proporcionar acceso a una educaci�n b�sica de calidad, obligatoria y gratuita. El informe recuerda tambi�n que disponer de una educaci�n de calidad es la clave para eliminar el trabajo infantil.