Los sindicatos de la agricultura y plantaciones afiliados a la UITA, exhortan a una acci�n internacional como respuesta a la crisis mundial/a los verdaderos asuntos los cuales son confrontados los trabajadores/as ausentes en el orden del d�a de la OMC

Posted to the IUF website 03-Nov-2005

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El Comit� del Grupo Profesional de Trabajadores Agr�colas de la UITA, se reuni� en Kolkata, India, del 24 al 26 de octubre del 2005, para rever, entre muchos otros asuntos, las prioridades de organizaci�n de los sindicatos de los trabajadores y trabajadoras de la agricultura, mientras que los gobiernos preparan la reuni�n ministerial de la OMC en diciembre de 2005 en Hong Kong. El Comit� adopt� la siguiente resoluci�n pol�tica sobre la agricultura y las negociaciones de la OMC.

El Comit� del Grupo Profesional de Trabajadores Agr�colas de la UITA, reunido en Kolkata, India del 24 al 26 de octubre del 2005, observa con seria preocupaci�n la actual destrucci�n de los medios de vida rurales, norte y sur, a medida que la consolidaci�n de la agroindustria empresarial extiende sus sistemas de producci�n e influencia. Los/as trabajadores/as rurales siempre han debido luchar contra masivas violaciones de los derechos fundamentales, pobreza, exclusi�n de la protecci�n legal y social, falta de acceso a la tierra y los recursos y, muy a menudo, exclusi�n y opresi�n adicional como a los/as trabajadores/as migratorios y a las mujeres. A pesar de la urgente necesidad de acci�n en la sistem�tica crisis mundial de la agricultura, estos temas no se encuentran en la agenda de la OMC.

La ministerial de la OMC en Canc�n qued� estancada en el �rea agricultura y finalmente colaps�. Mientras nos aproximamos a las negociaciones de la OMC, se est� promoviendo un "avance� en el cual la agricultura es utilizada como chip de negociaci�n para expandir la influencia empresarial en servicios y manufactura. Como consecuencia, la agricultura termina siendo usada en negocios que involucran compensaciones en operaciones bancarias y concesiones de telecomunicaciones o chips de computadoras.

Si las negociaciones tienen �xito y logran un �avance�, no nos hacemos ilusiones sobre el impacto que tendr�n sobre los medios de vida de nuestros miembros. Las "soluciones" que est�n promoviendo varias partes � la UE, los Estados Unidos, el G20, etc. � no abordan nuestras necesidades como trabajadores/as y exacerbar�n la crisis.

Una creciente liberalizaci�n del comercio en productos agr�colas durante la d�cada pasada se supon�a traer�a beneficios para todos. Los �nicos beneficiados fueron las CTNs globales agroalimentarias. Estas CTNs est�n fomentando las exportaciones y la producci�n excedente de las cosechas b�sicas provenientes de un pu�ado de pa�ses productores, bajando los precios y eliminando millones de puestos de trabajo. La sobreproducci�n subsidiada no ha logrado proporcionar trabajo decente ni siquiera para los/as trabajadores/as agr�colas de algunas de las econom�as m�s ricas del mundo. Para los pa�ses en v�as de desarrollo, se est� promoviendo la �diversificaci�n� en flores y productos �nicho� como una soluci�n al colapso de los precios de los bienes agr�colas. Es, en este contexto, que un creciente acceso al mercado para las exportaciones de los pa�ses en desarrollo no aborda el problema fundamental.

• Al acercarnos a la ministerial de la OMC en Hong Kong, exhortamos a los gobiernos a rehusar cualquier �compensaci�n� sobre agricultura que debilite a�n m�s su capacidad de implementar las medidas pol�ticas necesarias para lograr el trabajo decente. El Acuerdo de la OMC sobre Agricultura debe ser revisado para asegurar los instrumentos normativos necesarios a fin de rescatar a la agricultura del da�o social y ambiental de las �ltimas d�cadas y que este pueda ser detenido y revertido.



• Repetimos nuestras exhortaciones [2� Resoluci�n de la Conferencia Mundial del GPTA sobre el impacto de las exportaciones agr�colas subsidiadas para los pa�ses en desarrollo, la 24� Resoluci�n del Congreso de la UITA (2002 Sobre Comercio en inversi�n Global] para la finalizaci�n del sistema de inundaci�n del mercado con exportaciones (dumping). Se debe establecer un calendario concreto para la eliminaci�n de los subsidios a las exportaciones. En cambio, los subsidios deben ser redirigidos a apoyar social y ambientalmente la agricultura sustentable en base al trabajo decente.



• Exhortamos a la UITA a ayudar a las afiliadas a desarrollar, promover e implementar programas nacionales, regionales e internacionales para abordar la sobreproducci�n, sobre-competencia y excesiva concentraci�n de bienes agr�colas espec�ficos, de maneras que obtengan beneficios concretos para los/as trabajadores/as agr�colas y sus comunidades. Estos programas incluir�n una gama de instrumentos normativos que abarcan regulaci�n de la oferta, estabilizaci�n de precios y otras medidas apropiadas como componente integral de la reconstrucci�n de la agricultura sustentable centrado en el trabajo decente y en los medios de vida rurales. Estos programas tambi�n incluir�n la provisi�n de capacitaci�n/formaci�n, por parte del gobierno o de otras instituciones apropiadas, para diversificar en la producci�n cultivos alimentarios sustentables para consumo local.



• La gran mayor�a de los/as trabajadores/as agr�colas del mundo se encuentran en pa�ses pobres que han sido a�n m�s empobrecidos bajo el impacto del comercio agr�cola liberalizado. Los subsidios para la agricultura nunca fueron una opci�n en estos pa�ses, y los pocos instrumentos fiscales y normativos de apoyo a la agricultura, que alguna vez tuvieron, han sido desmantelados bajo la presi�n de las instituciones financieras internacionales o est�n siendo eliminados para ajustarse a las normas de la OMC. El apoyo interno para reconstruir la agricultura en los pa�ses en desarrollo requiere, como m�nimo, la rehabilitaci�n de aranceles, impuestos (nacionales e internacionales) e instrumentos de gesti�n comercial como leg�timas medidas normativas. Al mismo tiempo, se deber�n movilizar recursos continuos, a nivel internacional, para facilitar y apoyar las medidas de recuperaci�n a fin de revertir el da�o social y ambiental que surge de los m�todos de producci�n intensiva orientada a la exportaci�n y a reconstruir la agricultura para que cumpla su funci�n principal de satisfacer el derecho a alimentos sanos, nutritivos y adecuados, bajo decentes condiciones de trabajo.