Bielorrusia: El estado recupera control sobre sindicato agroalimentario a medida que Lukashenko aumenta su poder

Incluido en el sitio web de la UITA el 16-Sep-2002

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En la reunión ejecutiva del 10 de setiembre de la afiliada a la UITA, el Sindicato de trabajadores de la Agro-Industria, el presidente sindical Aleksander Yaroshuk, conocido como un oponente de principios a las políticas de Lukashenko, fue retirado del cargo y reemplazado por el candidato del Ministro de Agricultura y Alimentación: ministro suplente Vladimir Samosyuk.

Utilizando amenazas y chantajes, las autoridades estatales manipularon la elección en directa violación de los estatutos sindicales y la voluntad expresa del congreso sindical que eligió a Yaroshuk en el 2000. El resultado fue una conclusión inevitable ya que Yaroshuk fue privado desde el comienzo de su derecho a presidir la reunión. No existió procedimiento alguno de registro de delegados. Las tarjetas de votación se distribuyeron desde el presidium a todos los que las solicitaban. Un periodista pudo votar, pero el presidente electo recibió su tarjeta de votación sólo al final de los grotescos procedimientos. El único candidato a presidente (que según los estatutos del sindicato es electo por el Congreso) fue propuesto por el Ministro de Agricultura e Industria de la alimentación, quien aseguró a los delegados que su suplente restauraría la relación anteriormente saludable del sindicato con el gobierno (vale decir, invertir el proceso de democratización y de la transformación del sindicato en una organización que represente a sus miembros).

Con el control del mayor sindicato de Bielorrusia, Lukashenko completa el proceso de integración de los sindicatos en su régimen policial. Por el momento, los trabajadores de Bielorrusia han visto denegado su derecho a sindicatos independientes, que sólo puede asegurar un mayor descenso del país en el aislamiento, pobreza y opresión..

La UITA siempre se ha negado a reconocer aquellos sindicatos cuya dirigencia haya sido constituida mediante intervención gubernamental. Comenzaremos a tomar las medidas requeridas para desafiliar al Sindicato de trabajadores de la Agro-Industria de Bielorrusisa pues ya no cumple con los criterios de afiliación a la UITA, y hemos interrumpido nuestra comunicación con la nueva dirigencia (vale decir, el gobierno Bielorruso). Debe denegarse a los sindicatos de Lukashenko todo reconocimiento internacional.

Confiamos plenamente que ninguna fuerza puede reprimir permanentemente las aspiraciones de los trabajadores y de la sociedad civil democrática. La UITA continuará trabajando activamente con las organizaciones sindicales independientes de Bielorrusia que representan a sus miembros y en apoyo de las mismas, en oposición al gobierno y la policía. Instamos a las afiliadas a informar a sus centrales nacionales y a sus gobiernos sobre la intensificación de la dictadura de Lukashenko, y brindar su solidaridad y apoyo a los activistas laborales y a aquellos que trabajan para establecer la democracia en Bielorrusia.