IUF logo; clicking here returns you to the home page.
UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


InBev: Más Mentiras, Más Despidos

Incluido en el sitio web de la UITA el 05-Apr-2006

Comparte este artículo con otras personas interesadas



El día 17 de marzo, la UITA exhortó al envío de mensajes al mundo entero, a las oficinas centrales belgas de InBev, el mayor fabricante de cerveza del mundo en volumen. La agresiva reducción de los costos que ha acompañado la sucesión de adquisiciones de InBev acarreó con ella traslados de la producción, despidos y la destrucción de las marcas locales de cerveza y de las tradiciones en su fermentación. Para los/as trabajadores/as, el resultado ha sido una continua reestructura, falta de empleo y una permanente inseguridad. Las grandes compras de marcas mundiales por parte de la compañía se ha construido sobre compromisos fallidos para con sus trabajadores/as.

Ahora la dirección corporativa de InBev ha respondido a la UITA y sus miembros. La respuesta tiene dos formas. En Bélgica, InBev recjazó todos los intentos de mediación estatal de los conflictos en las fábricas de cerveza de Hoegaarden y Belle-Vue, a las cuales la compañía desea cerrar (antecedentes). Como las conversaciones se interrumpieron el 9 de marzo debido a la intransigencia de la compañía, los trabajadores/as declararon una huelga, la cual se llevó a cabo el 28 de marzo. En el ámbito de las relaciones públicas, la compañía respondió a la UITA remitiendo respuestas tipo circular a todos quienes apoyaron nuestra campaña mediante el envío de mensajes a la dirección corporativa.

InBev continúa demostrando poco respeto por los hechos. La UITA exhortó a InBev a cumplir cuatro cosas:


¿Qué es lo que InBev ha dicho? La compañía alega que en Montenegro actuó con total acatamiento del derecho nacional e internacional y no discriminó a los huelguistas en Trebjesa cuando despidió a trabajadores/as a fines del 2002. InBev afirma asimismo que la compañía había respetado su acuerdo de reincorporar al Presidente del sindicato, Perovic, cumpliendo plenamente el fallo de la corte de Montenegro del año 2005 de que así lo hiciera. "A continuación de la nueva sistematización en la fábrica de cerveza (Trebjesa) iniciada en el año 2001, 47 empleados/as provenientes de diferentes medios educativos tuvieron que dejar la compañía. Algunos/as eran huelguistas, otros/as no. Nosotros certificamos que, en ningún caso, la participación en acciones de huelga ha sido utilizada como un factor decisivo o discriminatorio".

A continuación figuran los hechos en el caso de Trebjesa. Cincuenta trabajadores/as fueron despedidos a fines del 2002, 45 de los cuales fueron participantes activos en la huelga de mayo del 2002 – aquellos empleados/as que iban a ser protegidos contra la discriminación según el convenio de Dubrovnik suscrito en setiembre de ese año. La compañía alega que en ninguno de estos casos fue "la participación en acciones de huelga utilizada como un factor decisivo o discriminatorio". Las cifras sugieren lo contrario – como también lo denota la recompensa abiertamente discriminatoria de una bonificación individual de 700 euros a los no huelguistas durante la huelga y el lockout ese año. Más aún, tras los despidos, la compañía contrató nuevos empleados/as – la fábrica de cerveza necesitaba trabajadores/as, pero no miembros sindicales.

¿Acató la compañía el derecho nacional? La sentencia de la Alta Corte del año 2005 confirmó el fallo del 7 de julio del 2003, el cual disponía que InBev "está obligada a emplear nuevamente y a restituir al demandante (Perovic)" y que "la corte considera que la parte demandada violó el convenio de Dubrovnik […] en el cual se acordó no habría sanción alguna para los huelguistas o los organizadores de huelgas". Si esto no fuera suficientemente claro, el Artículo 140 del Código de Trabajo de Montenegro estipula que los representantes sindicales no pueden ser declarados prescindibles, ni ser reasignados o transferidos durante el período íntegro de su mandato electo y hasta los seis meses siguientes a la expiración de ese mandato, aún si la compañía ya no necesitara más su cargo. InBev faltó en acatar la ley y los fallos judiciales. Perovic fue colocado en licencia anual el mismo día de su reincorporación, el 13 de abril del 2005. La gerencia lo declaró prescindible en junio y dio por terminado su contrato de empleo en enero del 2006, sin permitirle reingresar a la planta para retomar su puesto de trabajo. Normalmente se considera que la reincorporación significa la restitución al puesto de trabajo y no, solamente por un tiempo limitado, a la planilla.

El 4 de julio del 2005, el Director Ejecutivo de la planta, Aleksandar Tomic, comunicó por escrito al sindicato: "luego de recibir la decisión de la Corte de Niksic, nos pusimos en contacto con nuestras oficinas centrales y el 27 de noviembre del 2003 recibimos su respuesta manifestando que nuestro propietario mayoritario estaba dispuesto a invertir en la fábrica de cerveza, pero solamente si existieran condiciones sociales estables y si los trabajadores/as que fueron considerados prescindibles no sean contratados de nuevo". Si ello no fuera suficientemente claro, las actas de la reunión del 8 de noviembre del 2005 entre la gerencia de Trebjesa y el sindicato – firmadas por ambas partes – registran explícitamente que la gerencia manifestó: "con referencia al caso de Perovic, la actitud de InBev está expresamente formulada – su restitución en la fábrica de cerveza no será permitida aún a costo de detener todas las inversiones en el establecimiento".

InBev sabe todo esto. Simplemente, ellos prefieren mentir que acatar las dos sentencias judiciales y un acuerdo firmado con la UITA.

Más mentiras, más despidos

InBev profesa su "compromiso con la gente ", pero el único compromiso consiste en obtener ganancias inmediatas mediante la reducción de empleos. A todas las solicitudes de amplia información acerca de sus proyectos de reestructuras en Europa, InBev ha contestado a las organizaciones sindicales y al Comité de Empresa Europeo que no puede proporcionar información sobre sus planes más allá de un período de tiempo de 6 meses.

Accionistas, ¿están escuchando? La compañía que se supone ha de maximizar sus réditos afirma que no puede planificar el futuro más allá de los 6 meses. Es necesario plantear algunas serias preguntas.

InBev está dispuesta a informar y consultar, en la medida que el período de tiempo se limite a los seis meses y el proceso implique informar a los empleados/as acerca de la inminente eliminación de sus puestos de trabajo. La compañía continúa rechazando todos los reclamos sindicales para entablar negociaciones (no información y consulta) en un marco que abarque a toda Europa a fin de regir las consecuencias de las reestructuraciones europeas sobre el empleo. Esta negativa fue reiterada el 9 de marzo, cuando la compañía demostró que no estaba dispuesta a negociar seriamente los temas, abriendo el camino para la huelga del 28 de marzo (antecedentes).

Más mentiras, más despidos - continúe protestando ante InBev.