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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


16 de abril – Huelga General en Italia

Incluido en el sitio web de la UITA el 15-Apr-2002

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El gobierno de centro-derecha del Primer Ministro Silvio Berlusconi, en el poder por hace ya casi un año, actualmente está considerando modificar aquellos elementos de la legislación laboral italiana que dan a los/as trabajadores/as una protección efectiva contra los despidos injustos.

Aprobado en 1966, el Artículo 18 del código laboral introdujo en la ley el requisito de causa justa para el despido. Fue producto de largos años de lucha del movimiento laboral italiano en favor de justicia y dignidad para los/as trabajadores/as.

Para satisfacer los deseos de Confindustria, la confederación italiana de asociaciones de empleadores, que acusa a la rigidez de las leyes y a la “inflexibilidad” de la fuerza laboral por la actual disminución de la actividad económica, el gobierno ha lanzado una campaña dirigida a desmantelar los derechos y desestructurar el mercado laboral. Para lograr esto, ha solicitado que el Parlamento delegue poderes legislativos en el gobierno, permitiéndole modificar leyes “por poder”. Al aprovechar esta ventaja, el gobierno se libera efectivamente de cualquier obligación de entablar discusiones de buena fe con los sindicatos y de los requisitos de la responsabilidad democrática.

En protesta contra el intento del gobierno italiano de modificar unilateralmente importantes elementos de la legislación laboral, las tres confederaciones sindicales italianas, CGIL, CISL y UIL, han llamado a una huelga general de 8 horas de duración para el 16 de abril del 2002.

En una declaración conjunta, las tres confederaciones dijeron que al elegir modificar el Artículo 18 del código laboral, el gobierno “no sólo eligió revocar un derecho fundamental de los trabajadores, sino que ha eliminado la posibilidad de discusión y ha colocado obstáculos en el camino de soluciones negociadas sobre otros asuntos”.

Irónicamente, diversos empleadores anunciaron públicamente su oposición a las
políticas de la dirigencia de Confindustria, en particular, la alianza con el gobierno de Berlusconi y la política de confrontación con los/as trabajadores/as, recordando cuán efectivo el diálogo social y la búsqueda de soluciones negociadas ha sido en el pasado reciente. La Conferencia de Obispos Italianos también se expresó enérgicamente contra los intentos del gobierno de limitar los derechos humanos y contra el implícito desprecio por la dignidad de los/as trabajadores/as.

En otra característica demostración de desprecio, Berlusconi ha declarado que la huelga no será “general”, sino, “parcial”, ya que no adherirá toda la población trabajadora de 21 millones de personas. CGIL, CISL y UIL tienen una masa combinada de afiliados de 5 millones y medio de trabajadores asalariados quienes marcharán por las calles (el primer ministro también ha declarado que no “le teme a la calle”) el 16 de abril para enviar un enérgico mensaje al gobierno y a los empleadores.

La organización regional de la UITA para Europa, EFFAT, hizo saber que manifestaría su apoyo a la huelga general enviando una delegación de sindicalistas europeos a la manifestación de Roma. La UITA alertó a sus afiliadas del mundo entero para que apoyen a este movimiento, enviando menajes de solidaridad a las afiliadas de la UITA en Italia: FLAI-CGIL, FILCAMS-CGIL, FAI-CISL, FISASCAT-CISL, UILA-UIL y UILTuCS-UIL.